Por la Lic. Marcela Ciccioli

Ciertas cuestiones que surgen a través de distintos medios de comunicación a raíz de la actual pandemia de COVID-19 pueden generar confusión. Una de ellas son los potenciales riesgos de un tratamiento con cloroquina o hidroxicloroquina para quienes sufren la enfermedad, y, sobre todo su uso indebido mediante la automedicación, que está produciendo la falta de estas drogas para quienes realmente las necesitan.

El 27 de marzo nuestra Asociación consultó a través de sus oftalmólogos de referencia al Consejo Argentino de Oftalmología (CAO) respecto de esta droga, cuyo uso me preocupa especialmente porque produce retinopatías que no tienen tratamiento, aunque se deje de tomar, y no hubo en ese momento una respuesta conclusiva respecto de su conveniencia en el caso de infectados.

La asociación Retina Internacional –de la cual Retina Argentina forma parte– nos hizo llegar un comunicado sobre el uso de la hidroxicloroquina para ser divulgado en la comunidad de personas con baja visión o ceguera. Este texto fue compilado por el profesor Eberhard Zrenner, de la Universidad de Tubingen (Alemania).

A modo de resumen, la cloroquina es un medicamento que se utiliza contra la malaria, y habitualmente también para el tratamiento de ciertas enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoidea, con dosis continuas pero bajas. En dosis altas –o administradas durante largo tiempo– puede producir complicaciones graves, entre ellas una retinopatía irreversible que tiene mayor impacto cuando hay una enfermedad retiniana previa, como en el caso de nuestra comunidad de pacientes.

Actualmente no existe consenso sobre si la cloroquina es segura y efectiva para tratar el COVID-19. La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA) aprobó su uso sólo en el contexto de la emergencia actual, pero la Agencia Europea del Medicamento (EMA) limitó su uso sólo a los ensayos clínicos.

Es muy importante que las personas con distrofias hereditarias de la retina NO SE AUTOMEDIQUEN con cloroquina o con hidroxicloroquina. No existe ninguna prueba o evidencia de que de esa forma se prevenga una infección por COVID-19; y quienes sí deben tomar estas drogas, que son los pacientes con enfermedades autoinmunes que tienen la indicación médica, no la están consiguiendo en farmacias.

Marcela Ciccioli es licenciada en Ciencias Biológicas, especialista en Genética (FCEyN-UBA) y presidente de Stargardt Apnes - Retina Argentina